Málaga ya tiene los coloretes listos. Durante la conferencia inaugural del Carnaval de Málaga 2025, el Cine Albéniz se convirtió en templo de la memoria carnavalesca, y llevó por título «El carnaval compartido. Las coplas en la II República en Málaga y Cádiz”. Estuvo a cargo del historiador gaditano Santiago Moreno Tello, quien con musicalidad y pasión, guio a los asistentes en un viaje por el pasado festivo de dos ciudades unidas por el sello de sus carnavales.
Desde el inicio, la sala se sumergió en el contexto histórico con la proyección de un vídeo que relataba los acontecimientos que resultaron en la proclamación de la II República, una etapa en la que el carnaval encontró una voz libre y crítica. Entre coplas y chascarrillos, Moreno Tello se encargó de desgranar la evolución de la copla carnavalesca en aquellos años. Ese momento en el que las letras se convirtieron en espejo de la sociedad.
Precisamente eso fue lo que le dio vida a la conferencia. La interpretación en directo de coplas que resonaron en Málaga y Cádiz durante la II República. Jesús Gutiérrez y Francis Sevilla Pecci dieron voz a agrupaciones legendarias como el Coro Los Decapitadores (1932), la Murga Fraizalo y sus Tragabuches (1932) o la comparsa Pabellones Republicanos (1932). Cada copla era una crónica cantada; cada interpretación, un puente entre el ayer y el hoy, mostrando cómo el carnaval burló censuras y dejó huella en la memoria social, bautizándose como el arma para luchar por la libertad.
El evento cerró con un guiño al pasado y al presente: el pasodoble «Hubo una vez un Carnaval», de la comparsa El Reino de Don Carnal (2015), interpretado con emoción por Sevilla Pecci, y la evocadora presentación de la comparsa El Barrio (2000) en la voz de Jesús Gutiérrez, que recordó el alma perchelera del carnaval malagueño. La conexión entre las voces de antaño y las de hoy se hizo patente en cada nota, dejando claro que la historia del carnaval no solo se recuerda, sino que se vive y se reinventa constantemente.
Málaga y Cádiz, una vez más, se encontraron en la fiesta de los papelillos. En esta noche inaugural, las coplas antiguas resonaron con fuerza renovada, como un eco de libertad que sigue danzando en febrero. Y así, entre aplausos y emociones, el protagonista de la noche quiso alabar a los pueblos hermanos unidos por el carnaval. A través de los acordes, el público pudo sentir cómo aquellas composiciones, creadas hace casi un siglo, siguen siendo testigos de que el carnaval se comparte, y que el carnaval se disfruta.
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