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Carnaval de Málaga [WEB OFICIAL] - La Fiesta del Invierno Cálido
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Julián de la Maza

JUSTIFICACIÓN HISTÓRICA DE LOS CARNAVALES
Señoras, señores, antes que nada quiero justificar mi presencia aquí, no como erudito, ni profundo conocedor de los carnavales de Málaga, sino como portavoz de un grupo de hombres de Málaga , que hace aproximadamente un año, pensamos que algo tan nuestro, tan de Málaga, de tan hondas raíces populares y culturales, no debería perderse ni para nosotros, que lo vivimos, ni para las generaciones futuras. Pusimos manos a la obra de devolver estas fiestas a Málaga, al pueblo de Málaga, nos dimos a conocer y contamos con la ayuda y apoyo de muchas personas que se unieron con entusiasmo a la idea y como consecuencia, aquí estamos todos, celebrando unos modestos carnavales, incipientes y con poca preparación por lo escaso de los medios. Pero no obstante esto, estamos contentos y orgullosos, la semilla está lanzada, fructificará en años sucesivos en unos carnavales auténticamente importantes, acordes con nuestro ánimo popular y fructificará precisamente en este parque, donde nuestros abuelos contemplaron batallas de flores y desfiles de carrozas, comparsas, y mascaradas.
Siempre que sale a la luz alguna manifestación abandonada, alguna costumbre en desuso, se rastrea en sus raíces y orígenes y cuanto más antiguas sean una y otros con más afán las revivimos, conscientes de la importancia de que aflore tan antiguo y enraizado.
Los carnavales en general tienen sus raíces en las fiestas romanas dedicadas al dios Saturno, las llamadas saturnales, se celebraban en torno a esta deidad pagana, protectora de la agricultura y tenían lugar hacia diciembre, durante una semana, celebraban al dios con mascaradas, desfiles, comilonas y toda suerte de fiestas para lo que los romanos estaban especialmente dotados. No es de extrañar que en la Málaga romana tuviese eco y se celebraron estas populares fiestas.
A partir de que el Cristianismo invadiese el Imperio Romano y desplazara las costumbres paganas, se cierra un paréntesis en estas fiestas que renacen con toda pujanza en Italia en el siglo XIII y que para el siglo XVI eran celebradas en Germania y en todo el vasto imperio de los Austrias, inclusive allende la más océana. Así quedan restos y famosos carnavales, en Florencia, Munich, Niza, Río de Janeiro, Tenerife y Cádiz como supervivientes y más destacados de una generalizada costumbre de aquellos siglos.
Estas fiesta se denominaban CARNESTOLENDAS, palabra de origen latino que significa carne-quitar, y tienen como justificación las duras penitencias, ayunos, abstinencias y prohibición de manifestaciones de la alegría, que la Iglesia, compañera y rectora del Imperio, imponía en los tiempos de la Cuaresma. El pueblo reaccionaba con unas fiestas cuya reminiscencia pagana es clara, los días anteriores al comienzo de la Cuaresma; desfiles, vino, carne (que era el gran tabú de la Cuaresma), cantos, cabalgatas que culminaban con la fiesta de la Piñata, que tenía lugar el último domingo antes de la Cuaresma, enormes vasijas llenas de dulces eran colgadas y los participantes con los ojos vendados y armados de enormes estacas, la emprendían a golpes con las piñatas. Esta costumbre hizo que ese domingo se llamase Domingo de Piñata.
Y así con diversos avatares, llegamos a nuestro siglo, las carnestolendas se empiezan a conocer con la palabra italiana Carnaval y las antigüas instituciones se transforman: las comparsas del medievo, que eran concursos de disfraces donde todos vestían igual, dan lugar a músicos y cantantes vestidos iguales que incansables, animaban el carnaval. Las murgas de músicos, que antes actuaban por cuatro cuartos en palacios y saraos, y que daban serenatas (murgas que dirían los vecinos) a damas por encargos de sus enamorados, estas murgas se lanzan a los carnavales y cantan, escenifican y animan a todo el pueblo con sus letras sátiras.
Las charangas, agrupaciones de músicos de viento, se lanzan con sus pitos de caña y alguna incorporan percusión y cuerda.
Nacen los pasacalles, música pegadiza que es como el distintivo, la marcha que distingue cada grupo.
Las tonadillas, grupos de gentes que actúan en sainetes cortos con parte cantada, con la música y ritmo de las canciones del pueblo se lanzan a los carnavales, estas tonadillas que dieron origen en el siglo XVIII y XIX a las zarzuelas.
Así podíamos seguir mencionando grupos y tipos que componían nuestra fiesta de carnaval, que no nacieron en Málaga, pero sí con ella, y con ella seguirán.
Quiero agradecer públicamente las ayudas y colaboraciones tenidas por parte de entidades, peñas, organismos oficiales y a las personas que nos han ayudado, componentes de antigüas murgas y comparsas, Bollero, Los Aviadores, Orfeón Malacitano y tantas otras que han hecho posible esto que hoy celebramos. Y quiero igualmente pedir a todo el pueblo de Málaga que ahonde en esto, y que podamos contar en 1981 con un auténtico carnaval, sano, alegre como los de hace medio siglo.
Para terminar, quiero parodiando al emperador Napoleón, decir: Malagueños, dos mil años de Carnaval os contemplan".
Located in: 1980
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