La segunda mitad del siglo XIX será definitiva para consolidar la formación de la copla carnavalesca de la mano de grupos corales, tales como comparsas, capillas corales y estudiantinas; con actividad artística continuada a lo largo del año con motivo de actos culturales y sociales de todo tipo, durante la Navidad con Villancicos, como acompañamiento en veladas veraniegas, etcétera; es decir, adaptando su repertorio a cada circunstancia y cuyos autores hallarán en el carnaval una opción más en la expresión musical y letrista. De estos años datan la comparsa Pata de Cabra de 1857, la capilla vocal de la Casa de Socorros con actividad desde 1853 y 1864, la coral de San Felipe (1863), la Sociedad Pastoril La Aurora María (1865), y las comparsas La Malagueña y Música del Pueblo ambas de 1869.
Es, por lo tanto, en este período cuando estas sociedades corales comiencen a adoptar un perfil más carnavalesco. El profesor de nuestra Universidad, don Manuel Morales, da constancia de una Sociedad coral denominada La Estrella de 1863 como la primera de estas agrupaciones que inicia ese proceso de incorporar a su repertorio, además de serenatas, villancicos y cantos navideños, coplas populares y satíricas para ser cantadas durante la celebración del carnaval en nuestra ciudad. Se inauguraba así una estela que unía copla y carnaval y que continuarían, entre otros grupos, la Sociedad Coral la Unión de 1864, y, el coro Los Milicianos de 1868. Un período de expansión carnavalesco alentado por la consolidación de liberalismo hasta 1868, las libertades del Sexenio democrático (1868-1874) y el mayor protagonismo social que lideraban las clases obreras; y cuyos resultados para la fiesta se consolidarán definitivamente en 1887.
Luego puede fecharse en 1863 cuando en Málaga surge la copla carnavalesca, principal diferenciación del carnaval andaluz frente a otros carnavales, ya que en ningún otro lugar del mundo se le otorga tanta importancia a la expresión cantada, tanta perfección, en el marco carnavalesco. Es decir, no se trata de unas formas musicales o letrísticas útiles solo para el acompañamiento de las celebraciones, sino de un medio para la expresión popular de opiniones y pensamientos que aún hoy continua evolucionando.